A falta de sistemas dunares al lado de casa me fui a prospectar el otro hábitat potencial para la especie: los acantilados y pastizales costeros de Seixo Branco. En Punta Herminia, a cuatro kilómetros en línea recta, han aparecido tres este fin de semana, así que por que no iba a caer alguno por aquí, tan cerca y con hábitat apropiado. Es una especie que todavía no he visto, pero en este caso preferí ir a buscarlos yo antes que ir a Punta Herminia como quien va a un zoológico.
Sin embargo, ya sea por azar o por estar a la sombra del Prioriño para las aves que llegan del norte, de momento por aquí no se dejó caer ninguno... que yo viese. Recorrí el kilómetro y medio que hay entre Seixo Branco y el porto de Dexo (distancia en línea recta, bastante más en realidad), sin escribanos por ninguna parte.
En el aire, un par de halcones peregrinos chocaron las garras sobre mi cabeza de una manera espectacular, y en el mar la manada de delfines mulares también me lo hicieron pasar en grande...
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