
Lo más representativo de estas semanas son las balsas de gaviotas patiamarillas, cormoranes moñudos y pardelas baleares, dispersas en pequeños grupos por el tramo medio de la ría. Ayer eran especialmente abundantes, de manera que conté mi máximo de baleares de esta primavera-verano, sobre 50; hasta 60 llegaban los moñudos. Aunque los juveniles de este año ya hace tiempo que abandonaron el nido, casi todos los cormoranes que se ven pescando estos días son adultos: los jóvenes han abandonado no solo la colonia, sino también la bahía (como pude comprobar al anochecer en la misma colonia)
La novedad entre este buen puñado de baleares y moñudos fue la presencia en esas balsas de unas cuantas pardelas cenicientas, hasta unas 8 conté sorprendentemente dentro de la bahía, a la altura de Santa Cruz y Oza.

Y sobre todo aluciné con la manada de delfines mulares, en la que nunca había contado tantos (18 aletas conseguí contar) y con algunas crías en el medio. Pocas veces los disfruté tan a placer, pescando y jugando toda la mañana entre Santa Cruz y Mera. A falta de fotos de aves, buenas son unas cuantas de delfines para darle un poco de vidilla a la entrada.

Qué espectáculo es siempre ver delfines. Enhorabuena por el avistamiento y las fotos. Me da envidia sana, ya que llevo tiempo sin verlos en la ría de Ribadeo.
ResponderEliminarSaludos.