domingo, 17 de octubre de 2010

Caja-nido

Ayer no pude salir a pajarear por motivos familiares, así que puse el despertador para esta mañana. Sonó puntual, pero cuando aún medio dormido recordé que hoy empezaba la caza y que iba a tener que compartir monte con los escopeteros no necesité nada más para autoconvencerme de que lo mejor sería seguir en la cama.

Así que mañana de domingo tranquila, como debe ser. Aproveché para comprobar la caja-nido que coloqué el invierno pasado, caja que por cierto tiene su historia.

Podeis ver en las fotos que es una de las antiguas, ya antediluvianas, cajas-nido del ICONA. No recuerdo el año, pero fue un ochenta y pico y yo estaría entre 6º u 8º curso de la también prehistórica EGB. Creo que era un día del árbol, o día del medioambiente, o algo así, un día de esos que en el cole nos dedicábamos a plantar bellotas en bricks. Ese año también nos trajeron cajas-nido del ICONA. Yo por aquella época era un crío que no se perdía una excursión, charla o actividad y que no se separaba de las faldas de Manuel Freire, Mito Fernández- Obanza y otros que desde el concello y el Colectivo Ecoloxista e Naturalista Biotopo contribuyeron a darle forma a lo que para mi fue y será el milagro de Oleiros.

Así que como tenía enchufe, no me costó conseguir que Titín me regalase un par de enormes cajas llenas de cajas-nido. La primera de ellas la repartí entre mis compañeros de clase, casi obligándoles a colgarlas en el jardín de su casa, si no querían atenerse a las conscuencias. La segunda me la llevé y sembré de cajas el monte detrás de mi casa, ocupadas casi todas por carboneros, algún herrerillo e incluso unos lirones.

Esta caja no recuerdo si la recuperé más tarde o no llegué a colgarla. El hecho es que lleva la friolera de veintipico años en mi casa, hasta que el año pasado decidí recuperarla.

El año pasado unos carboneros intentaron criar en el muro que rodea mi casa, sin tener éxito. Así que este invierno les puse la caja en un frutal próximo, que naturalmente no tardaron en ocupar. Vista la cantidad de material que hay en el nido, probablemente haya habido dos nidadas.

Además del nido también quedaba un solitario huevo que, no sé si porque abandonaron la segunda puesta o por cualquier otro motivo, no llegó a eclosionar.

A ver el año que viene...

3 comentarios:

  1. ¡HOLA!
    Mi nombre es José Vidal y he descubierto tu blog, a través de Paco Girón.
    Leyendo de tu caja nido, me entró la siguiente inquietud:
    El año pasado instalé una caja nido en un carballo en la zona de Vilalba (Lugo). Tuve la suerte de que una pareja de herrerillos hizo allí su nido y pude disfrutar de varias sesiones de espectador de sus incesantes y apuradas idas y venidas con el alimento para sus crías.
    Con vistas a la próxima temporada, ¿debo limpiar la caja o dejarla como está?
    Mi dirección de correo es : jvidalmeilan@yahoo.es.
    Como pienso ser un lector habitual de tu blog, puedes contestarme desde el mismo si te parece.
    Agradeciendo tu atención y felicitándote por esta bonita e interesante labor, te envío un cordial saludo.
    José Vidal Meilán.
    Lavacerido,5.
    15550 Meirás- Valdoviño.

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  2. Hola José!!

    Yo normalmente la retiro. No sé si la presencia del material puede llegar a ocupar toda la caja y evitar que sigan criando allí, pero yo lo retiro por el tema de eliminar parásitos. Tengo entendido que es lo mejor.

    Muchas gracias por visitarme!!

    un saludo

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  3. Buenos días, Sergio:
    Agradezco tu contestación.
    Ayer visité el carballo y limpié la caja nido, a la que hice algunas fotos.
    En un castaño próximo viene anidando desde hace unos cuantos años, un trepador azul. Nunca me he aproximado al orificio; pero, seguro que nadie se lo limpia, ¿Lo limpiará el? ¿aprovechará el nido del año pasado con los retoques necesarios?

    He intentado incluir las fotos aquí, pero mis escasos conocimientos de informática no me lo han permitido.
    Un saludo.
    José Vidal.

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