Hace ya un tiempo, concretamente en el mes de mayo, realicé una salida por el Monumento Natural Costa de Dexo con el objetivo de contar cormoranes moñudos. De vuelta desde un determinado punto de la costa hacia el coche, atravesé el amplio tojal costero existente en la zona. En un claro de éste, apenas cien metros cuadrados que habían sido desbrozados recientemente, algo llamó mi atención en el suelo. Gracias a que, como digo, la zona fue desbrozada y apenas empezaban a asomar unos débiles helechos, pude ver de casualidad una egagrópila medio camuflada bajo unas briznas de hierba. Color claro, aproximadamente 5 cm de longitud y con evidentes restos óseos de pequeños roedores. Por el tipo de hábitat en el que me encontraba, rápidamente se me vino a la cabeza una especie: Lechuza campestre. También eran candidatos el cárabo y la lechuza, sobre todo el primero, por la cercanía de masas forestales. Pero cualquiera de los dos, dejando una egagrópila en una zona de matorral costero, sin árboles ni ningún tipo de atalaya desde el que expulsarla... aún así, en principio quise decantarme por el cárabo, ya que la campestre no es una especie muy habitual por la zona.
Pero retomando el tema estos días, y teniendo en cuenta: 1- la existencia de alguna cita de la especie en la zona, 2- el hábitat tan propicio para la campestre y tan poco para las otras especies, y 3- la ayuda de Juan Carlos Epifanio, he llegado a la conclusión de que se trata de una egagrópila de Lechuza campestre, Asio Flammeus, en paso o invernante. Desde luego un dato interesante para la zona, teniendo en cuenta que se trata de un ave escasa por estos lares, y no digamos ya como reproductora.
Egagrópila de Lechuza campestre, Asio flammeus. Costa de Dexo
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