Semana Santa en Mera

Los días de Semana Santa los dediqué a patear bastante por la costa de Dexo, fundamentalmente en el entorno de los faros. Estos días son fácilmente visibles (además de los omnipresentes cormoranes y gaviotas) dos especies: Falco tinnunculus y Corvus corax. Una pareja de cernícalos y grupos de hasta cuatro cuervos pueden ser vistos sin fallo simplemente aparcando el coche en los faros y esperando un par de minutos. Esta misma mañana pude contemplar una lucha sin cuartel entre un ejemplar de cada "bando". En plena época reproductiva hay que andarse con cuidado si te adentras en el territorio de según quien...

Los vuelos de los cuervos a veces pueden ser realmente espectaculares, con acrobacias aéreas como las que siguen:

Lo más interesante lo pude contemplar el domingo 16 de marzo. Sentado tranquilamente en una roca, delante del peñasco conocido como A Becerra, observo de reojo un chapoteo en una minúscula charca de marea en medio de la roca. A Becerra es una roca de unos 10 m de altura, separada de la costa por un canal de escasos dos metros y situado en una zona en la que el mar bate con fuerza. Pues bien, cojo los prismáticos, miro hacia la charca y veo, un poco extrañado, una pareja de Ánades reales nadando tranquilamente en medio de la charca. Más que patos parecían peces de colores, dando vueltas continuamente en su minúscula pecera. Y es que la charca no daba para más. Me pareció una estampa curiosa en medio de un oleaje bastante potente. El día anterior había visto al macho volando entre gaviotas en la ensenada de Fontenla, pero no le di más importancia, un pato volando al que alguien levantó de cualquier sitio.

Esta "foto", por la que pido disculpas, es en la que podeis adivinar a los patos en A Becerra. La cuelgo simplemente para que os hagais una idea de lo extraño que es el sitio para un par de patos...

Unos días después, concretamente el día 20 de Marzo, vuelvo a estar en una roca, en esta ocasión contemplando cormoranes, patiamarillas y sacando las fotos de los cuervos que habeis visto arriba. Y de repente volví a encontrarme con mis patitos. Primero el macho y luego la hembra, volando entre las gaviotas. Terminaron por posarse en la colonia de aves marinas, concretamente en la zona más alta del cantil, en una pequeña repisa ya rodeada de vegetación. Fue curioso verlos intentando llegar a tierra. Me recordaron a los cormoranes, que en muchas ocasiones tienen que intentarlo varias veces antes de conseguir posarse, dando círculos para volver a alejarse y volver a acercarse al posadero hasta que consiguen tocar tierra.

Se fueron y volvieron varias veces, posándose siempre en el mismo sitio, en el que parece que han construído un nido. Seguiré con atención sus evoluciones, ya que sería realmente curioso que utilizasen un lugar como ese para sacar adelante a su pollada. Esta "foto" muestra al macho aproximándose al cantil en el que parece que se han instalado.