También el pasado viernes tiré estas fotos de algo que me hace emitir estruedosas carcajadas cada vez que lo veo. Hablo de lo voluntariosas que son las patiamarillas en sus intentos de siquiera molestar a los agilísimos y velocísimos vencejos reales, a los que me imagino partiéndose de risa cada vez que esquivan a una gaviota.
La escena me recuerda a aquella en la que un grupo de adolescentes torean a unos pequeñajos que, inútilmente, tratan de recuperar su pelota en el patio del colegio.
Las veces que he visto a las gaviotas dándole caña (o intentándolo) a los vencejos ha sido siempre al poco de llegar éstos; no sé si es casualidad que solo lo haya visto en esta época o es la novedad de ver unas siluetas nuevas sobre sus nidos lo que inquieta a las gaviotas... la verdad es que en alguna ocasión yo mismo he pensado instintívamente y durante un segundo "cernícalo!" al ver aparecer por el rabillo del ojo la sombra de uno de estos gigantescos vencejos...
Los puntos negros de esta última foto son algunos de los 16
andoriñóns que volaban sobre el faro de Mera este viernes.
La escena me recuerda a aquella en la que un grupo de adolescentes torean a unos pequeñajos que, inútilmente, tratan de recuperar su pelota en el patio del colegio.
Las veces que he visto a las gaviotas dándole caña (o intentándolo) a los vencejos ha sido siempre al poco de llegar éstos; no sé si es casualidad que solo lo haya visto en esta época o es la novedad de ver unas siluetas nuevas sobre sus nidos lo que inquieta a las gaviotas... la verdad es que en alguna ocasión yo mismo he pensado instintívamente y durante un segundo "cernícalo!" al ver aparecer por el rabillo del ojo la sombra de uno de estos gigantescos vencejos...
Los puntos negros de esta última foto son algunos de los 16 andoriñóns que volaban sobre el faro de Mera este viernes.
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