sábado, 1 de septiembre de 2007

Sábado pajarero. Pescadoras en Cecebre

RÍA DO BURGO
Hoy me he regalado un día pajarero de principio a fin. Por la mañana estuve un rato en la ría del Burgo. La marea estaba muy baja, por lo que los bichos estaban muy dispersos, fundamentalmente alrededor del cauce del río y en los depósitos de arena en el interior de la ría. No había mucho movimiento de aves, lo más significativo es que vi muy pocas limícolas y que sigue habiendo un número relativamente elevado de garzas reales. Lo que yo conté, con música reggae de acompañamiento (por el festival que se celebró por la tarde) fue lo siguiente:
- 25 garzas reales
- 5 garcetas comunes
- 12 cormoranes grandes
- 1 zarapito trinador
- 3 correlimos comunes
- varios andarríos chicos
- 1 lavandera boyera
- 2 martines pescadores
Me entretuve un rato comprobando como una garza se las veía tiesas para comerse una anguila (o algo parecido) ante el acoso de un gavión, que estuvo a punto de birlársela en un par de ocasiones. Por otro lado, una señora me comentó que hace dos días vio a 3 cisnes, supuestamente los que estaban el año pasado. Habrá que estar atentos.
CECEBRE
Posteriormente, a última hora de la tarde, me acerqué a Cecebre. El nivel del embalse era como es habitual muy elevado, por lo que es difícil ver algo. Me apetecía pasar un rato tranquilo, por lo que opté por sentarme en una roca cerca de la cola del embalse (río Mero) y me dediqué a perder el tiempo con mis prismáticos durante hora y media, entre las 19:00 y las 20:30 h, con una temperatura relativamente elevada y poco viento. Lo que más abundaba eran aviones comunes, volando en gran número sobre las aguas, y varios ratoneros.
Conté 10 garzas reales, volando tranquilamente en busca de una rama en la que pasar la noche, y aproximadamente 93 cormoranes grandes posados en los árboles que hacen las veces de dormidero. La mayoría ya estaban cuando llegue y aproximadamente unos 15 fueron llegando escalonadamente.
A las 19:50 localicé a la águila pescadora (Pandion haliaetus) posada en la percha más alta del eucalipto seco situado en la cola del embalse. Estuvo posada tranquilamente durante cerca de media hora, a pesar de las molestias que seguro le producían las 10 cornejas que se arremolinaban a su alrededor, yendo y viniendo continuamente en busca de un sitio en ese mismo árbol. Era la primera vez que veía a este bicho, por lo que me quedé ensimismado mirándola durante media hora, a ver si me obsequiaba con algún movimiento. La gran sorpresa fue cuando de repente apareció una segunda pescadora, provocándo que la primera levantase el vuelo. Volaron en círculos y a baja altura durante un par de minutos, por la zona de los cormoranes, desapareciendo una de ellas tras unos sauces de la orilla. La otra se posó en una rama que emergía apenas un metro del agua. Me despisté apenas 20 segundos porque algo (a saber que...) llamó mi atención, y cuando volví a mirar hacia la rama ya no estaba; de todos modos, la volví a ver a los pocos segundos, casi con total seguridad llevando un pez (o algo) en las patas y desapareciendo por donde se había ido la primera.
Vamos, que para ser la primera vez que la veía la verdad es que no me puedo quejar. No tenía noticias de que hubiese dos águilas en el embalse, la verdad es que fue una gran sorpresa. No creo que pueda aguantar muchos días sin volver para comprobar si siguen las 2...

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